Podríamos expresar el concepto de motivo fotográfico de una manera amplia y general diciendo que se trata de aquello que vamos a retratar. Es decir, lo que nos mueve a realizar una fotografía o reportaje fotográfico.
Al visionar esta imagen todos entendemos que se trata de un retrato de una pareja de novios.
Es la fotografía de un evento social pero no es un cumpleaños, ni un bautizo sino que se trata de una boda.
O al ver esta otra no entendemos que es la foto de una chica en su vida normal, sino de una modelo posando.
No se trata de una joven caminando por la calle como lo hace habitualmente sino de una actitud de una modelo en un estudio.
Por lo que ambas fotografías nos conducen por un determinado mensaje.
Esto nos lleva a que necesariamente y en primer lugar debemos tener claro nosotros qué vamos a fotografiar para poder captarlo y que en segundo lugar, el posterior observador de nuestra imagen pueda entenderlo nada más verlo.
Esto que parecería obvio en una primera instancia es algo más complejo cuando se profundiza. Porque tendremos que captar aquellos elementos que definan al espectador el tema de nuestra instantánea y mostrárselos de manera que no le confundan.
Si un domingo salimos a un parque lleno de flores, árboles frondosos, un estanque, palomas, columpios, etc… a hacer fotos y vemos una escena que nos parece interesante, una persona mayor sentada en un banco del parque. Como comprenderíamos podremos realizar la fotografía de infinidad de maneras.
Por lo que tendremos que dejar claro si nuestro motivo, es el parque, las flores que hay un parque, los árboles que lo conforman, la vida de un domingo en el parque, o la persona que está sentada en un banco del parque.
Y esto nos llevará a realizar una selección de los elementos que deben aparecer en nuestra fotografía para mostrar nuestro motivo y los que debemos de evitar para no desviar la atención del espectador.
Si yo hago una fotografía así del parque en general que se ve todo, es diferente motivo de un primer plano de la persona en el banco o una fotografía que muestra el parque de fondo y a la persona en el banco como motivo principal.
Por lo que entenderéis por qué afirmamos que el motivo es el punto de partida para realizar y componer una fotografía.
Pero también debemos entender el concepto de motivo de una manera más específica y puntual refiriéndonos ya a una imagen. Por lo que diríamos que en toda situación o escena que vamos a retratar suele existir un motivo principal que es aquello que deseamos destacar o presentar en nuestra fotografía y que se convertirá en el centro de interés de la imagen.
La selección de ese motivo es el primer eslabón en el proceso fotográfico. Hemos de tener en cuenta que la cámara solo puede mostrar una parte de todo lo que aparece delante de nuestros ojos por lo que siendo conscientes de ello, debemos elegir qué queremos mostrar.
Y para ello, debemos saber mirar de tal manera lo que hay delante de nuestros ojos que podamos elegir lo que queremos captar con nuestra cámara.
Descubrir la foto de entre la realidad visual que nos rodea, es encontrar el motivo. Por lo tanto, podríamos definir el motivo como ese algo subjetivo y personal que se debe tan solo a nuestra sensibilidad y percepción personal.
¿Cuál es el motivo en esta fotografía?...
Una barca en la Albufera.
¿Y de esta otra?...
El mástil y la botavara de una barca.
Mientras que en esta otra...
Sería las barcas de un canal de la Albufera.
Como veis, el motivo viene definido en la fotografía por la trascendencia que de él mostramos en la imagen.
En la ilustración de arriba vemos una fotografía con un piloto en un quad en una competición. Vemos otra con unos quads. Y también otra en la que el piloto de un quad es el protagonista. Todas formarían parte de una misma temática pero el motivo principal es resaltado en cada una de ellas de diferente manera.
Cuando fotografiemos, tengamos siempre claro cuál es el motivo que deseamos mostrar para que lo podamos captar correctamente y así el espectador pueda comprender de un primer vistazo de qué se trata nuestra fotografía.
La elección del motivo subordinará siempre la manera en que lo presentemos.
Estas cuestiones, el motivo y su presentación, forman parte de de nuestra fotografía.
Y dependiendo de la forma en que la tomemos, la sensación que perciba el observador será diferente.
Si lo deeas también puedes ver el video tutorial de este artículo en nuestro canal de YouTube
Comenzamos una serie de artículos enfocados a la expresión artística por medio de la fotografía. Y es que es incuestionable que la fotografía en sí misma es una de las más claras y directas vías de comunicación. Lo cual hace que como disciplina creativa, sea sin lugar a dudas una herramienta expresiva para cualquier persona con capacidad creativa e inquietudes artísticas.
Por otra parte, la posibilidad que tenemos hoy en día de llevar con nosotros un dispositivo fotográfico en todo momento, como puede ser la cámara del teléfono móvil, nos permite desarrollar nuestro propio punto de vista fotográfico y encontrarnos con motivos originales y sugerentes en muchas ocasiones. Fotografías espontaneas que si están bien tomadas pueden ser verdaderas obras de arte.
Y aunque en la expresión artística la regla es que no hay reglas, sí que debemos conocer las herramientas que tenemos a nuestra disposición a la hora de realizar una fotografía y darle la forma expresiva que deseamos compositivamente hablando. Lo primero que debemos asumir, es que una fotografía debe ser algo más que la simple captura de una imagen, de una instantánea tomada de la vida real o cotidiana. Que evidentemente tiene que estar técnicamente bien realizada. Y que no debemos desdeñar en ningún momento su valor y el interés que puede tener desde cantidad de planteamientos. Pero que una fotografía es también la expresión creativa de la visión de una persona.
De la visión, en este caso, del fotógrafo que la ha realizado. Y que es en realidad su personal visión de determinada escena, motivo, situación, lugar, espacio... Que por una u otra razón, ha llamado su atención y que quiere captar con su objetivo.
Para ello, como fotógrafos, es interesante educar nuestra mirada. Saber ver lo que hay a nuestro alrededor mas allá de la simple o superficial visión, y desarrollando nuestro ojo de fotógrafo. Es decir, lo que se llama tener ojo fotográfico. Y es que el ojo fotográfico es el que no llevará a que seamos capaces de ver algo. Algo que puede ser simplemente algo cotidiano y sin el mayor interés para otros. Pero que para nosotros es algo importante pues es una fotografía con capacidad expresiva. Es decir que sabemos ver ya un motivo interesante fotográficamente hablando.
Se trataría de ser capaces de ver desde ese momento y en ese algo, una imagen estática que dirá cosas por sí misma. Y que transmitirá un mensaje a todo aquel que posteriormente la observará convertida ya en fotografía.En realidad, se trata de la visión artística de un ojo creativo. Y ese ojo artístico o ese ojo creativo, es la propia visión del fotógrafo. Que evidentemente y ante un mismo motivo será diferente para cada uno de nosotros. Pues todos somos diferentes y las cosas nos afectan de diferente manera. Nos causan diferentes impresiones.
Pero más allá del equipo fotográfico con el que contemos –los pixeles de nuestra cámara, la sensibilidad de nuestro objetivo o sus diferentes distancias focales - la herramienta más importante que disponemos para hacer fotos creativas, es sin lugar a dudas, nuestra habilidad para fijarnos en los detalles del mundo que nos rodea y saber ver en ellos una fotografía. De nada servirá tener la mejor y más moderna cámara del mercado sino sabemos encontrar motivos o capturar con ella la imagen que deseamos. Y yendo más allá todavía, si no somos capaces de mostrar con esa imagen lo que verdaderamente pretendemos.
Como todos sabéis, existe a nuestra disposición una serie de guías expresivas dentro de la teoría de la Composición fotográfica. Las cuales debemos conocer y dominar como fotógrafos para conseguir transmitir o expresar lo que deseamos con nuestro trabajo. Pero de nuevo os tengo que comentar que de nada me servirá dominar la teoría de la composición fotográfica si primero no he desarrollado mi ojo fotográfico. Nuestro ojo fotográfico se irá desarrollando a medida que vayamos practicando.
Y llegará un momento en que vayamos por la calle y ante una simple papelera, una farola, una hoja cayendo de un árbol en el parque cuando se está poniendo el sol y produce unas sombras y unas luces, en que nosotros nos detengamos y pensemos: Qué fotografía más bonita. Esta imagen sería una buena foto. Es en ese momento, cuando sin darnos cuenta empezamos ya a observar el mundo que nos rodea de diferente manera. Y es en ese momento, en que empezamos a tener ojo fotográfico. Es entonces cuando podremos seleccionar identificando un buen motivo o rechazando otro por no ser interesante. Esa habilidad del ojo fotográfico irá evolucionando a lo largo del aprendizaje, tanto teórico como práctico. De la utilización de diferentes elementos técnicos, como la luz, el color. O formativos como la composición.
Por último y no menos importante no hemos de olvidar que estamos considerando la fotografía desde su aspecto artístico. Con lo cual, como en toda expresión artística, existe un elemento fundamental llamado inspiración. Es decir, que habrá ocasiones en que no logremos nada bueno. Que salgamos con nuestra cámara y no consigamos unas buenas fotografías. Pero habrá otras, en que nosotros mismos nos sorprenderemos de la fotografía que hemos realizado, al encontrar motivos originales con nuestro propio ojo fotográfico.
Hacer una fotografía es algo con más significado que el simple hecho de hacer click en una cámara. Conlleva una intención por parte del fotógrafo de mostrar una percepción personal de lo que ve y que pasa por la selección y la organización del contenido de su imagen.
Hacer una fotografía es algo con más significado que el simple hecho de hacer click en una cámara. Conlleva una intención por parte del fotógrafo, de mostrar su percepción personal de lo que ve y que pasa por la selección y la organización del contenido de su imagen.
Quizás podríamos afirmar que de ello dependerá la diferenciación entre una buena o una mala fotografía.