Una de sus mayores ventajas es la inmediatez. Todos en algún momento nos hemos arrepentido de no llevar nuestra cámara encima perdiendo una instantánea de esas que no surgen siempre. Y esa capacidad que nos aporta el iPhone de disponer en todo momento de una buena cámara a mano es para el amante de la fotografía un valor añadido importante.
Por otra parte, la discreción que nos aporta su tamaño y propio diseño al ser una potente pero no llamativa cámara, nos convierte el iPhone en una útil herramienta para determinadas situaciones, estilos o funciones fotográficas. Tales como la fotografía urbana por ejemplo, o de denuncia en periodismo, o la llamada foto-robada que usada con criterio y valores éticos también es digna de alabar.
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Otro factor es la ingente cantidad de aplicaciones fotográficas desarrolladas exprofeso para el iPhone y que proporcionan al usuario infinitas posibilidades creativas. Todas muy asequibles y la mayor parte de ellas, siguiendo la propia filosofía práctica e intuitiva del propio dispositivo.
Es interesante destacar la popularidad que ha adquirido entre el usuario medio esta cámara de teléfono móvil. Por citar un dato que lo confirma, en poco tiempo se convirtió en el dispositivo más utilizado para fotografiar por los usuarios de Flickr quedando por encima de cualquier otra cámara digital. Sus personales y características diferencias distintivas, con sus impresionantes posibilidades técnicas y creativas, hacen de este dispositivo fotográfico algo especial. Abre una nueva dimensión a la fotografía digital, que bien podríamos llamar iPhonegrafía.
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