Es decir, cuando contemplamos una fotografía es lo que tomaremos en cuenta y finalmente nos inclinará para catalogarla. Lo que sería el contenido de la instantánea y su manera de expresarlo. La peculiaridad de cada imagen para transmitir al observador el mensaje que contiene.
Algo que va más allá de activar el dispositivo de captura de imágenes, es crear la composición correcta dentro del marco de nuestra instantánea y en función de nuestro propósito. A la hora de hacer una fotografía, la manera de organizar todo dentro del encuadre de forma armoniosa y equilibrada, es una opción creativa potestad del fotógrafo, donde entran en juego su capacidad de observación, su percepción, su intuición y su intención final. Es finalmente lo que diferenciará y personalizará su fotografía. Varios fotógrafos podrán captar el mismo motivo pero todas las fotos realizadas serán diferentes.
Como fotógrafos, a parte de la elección del motivo; con su originalidad, su exclusividad, su cotidianidad o su relevancia puntual, etc, etc…, evidentemente buscaremos siempre una corrección en los colores, así como una perfección en el enfoque.
Pero existen también una serie de elementos claves que tienen que ver con la manera que tenemos las personas de percibir una imagen. Y que también nos influencian a la hora de comprender una fotografía o evaluarla. Y de esta consideración, surge el concepto de las reglas de composición fotográfica. Las cuales tienen su origen en el análisis de los primeros estudios de una disciplina hermana como es el dibujo o la pintura.
Vamos a ir dedicando en El Blog de El profesor online, algunos artículos a conocer y comentar esas reglas básicas de composición, cuyos fundamentales conceptos nos serán muy útiles a la hora de realizar nuestras fotografías.
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